jueves, 5 de febrero de 2009

CUANDO LLAMA UNA... ¿EXTRAÑA?

Acabo de recibir una llamada. Era Elina. No había sabido de ella desde hace... creo que desde hace un año o más. Empezó diciéndome: "¡Hola!" Con esa voz grave, sensual, que le pone a uno la carne de gallina. "¿Cómo estás?" Añadió, como si ayer mismo hubiera hablado con ella y estuviera reanudando una conversación. "En paro, con comida en la nevera como para una semana, con dolor de cabeza pero más moral que otra cosa... ¿cómo quieres que me encuentre?" Entonces me soltó, sin decir "¡agua va!": "Voy a ponerte al teléfono a tu hija".
En ese momento no supe qué hacer o decir o... de pronto tenía a una niñita hablándome al teléfono, diciéndome: "Hola, papito, quiero conocerte, mamá dice que eres muy guapo pero algo despistado y loco, también que eres un escritor... ¡yo quiero leer tus cuentos!". La niña siguió diciendo una serie de cosas, a cual más enternecida, hasta que le detuve: "¡Nena, eh, chiquita! ¿Me puedes pasar a tu mamá?" Eli se puso al teléfono. Le dije: "Oye... a ver... ¿qué edad tiene la nena?" Contestó: "Cinco"... luego se quedó en silencio. "A ver... espera -dije-, ¿cuando fue la última vez que nos vimos?" Silencio. Comencé a contar con los dedos. Empecé a pensar: "Han pasado... uno, dos... años desde la caída de las Torres Gemelas.... ¡ah, no, esa no era Eli!... a ver... eh, ¿Ely, sigues ahí?" Al otro lado del teléfono se escuchó ruido: "Sí" -dijo. "Creo -continué-, que la última vez que estuvimos en ese cuartucho del motel ese, todo pintado de azul fue... hace dos años..., en ese entonces no estabas embarazada..." Al otro lado se escuchó un "click" y luego el sonido de ocupado. Regresé a mi sofá, a continuar viendo la T. V.

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